lunes, 14 de diciembre de 2020

# G.A.T.A. Utopía - Colonia felina

 Las nuevas compañeras felinas de G.A.T.A. Utopía ya patrullan por la huerta.

 





 

 

miércoles, 18 de noviembre de 2020

La cuestión de las asambleas

 Texto extraido de https://www.regeneracionlibertaria.org/

Autor: @blackspartak

 

Por qué el asamblearismo no es un principio anarquista

Hoy quiero comentar una de las cuestiones clave en los movimientos sociales. Se trata del proceso de toma de decisiones, el asamblearismo (con todas sus problemáticas asociadas). A menudo esta forma de funcionar se la encuentra elevada a la categoría de «principio» básico del anarquismo. Y los principios, ya se sabe, suelen ser irrenunciables e intocables. Yo hace tiempo que reniego de ello, no porque no me gusten las asambleas, que a veces me gustan (y otras veces no) si no porque no veo claro que un proceso de toma de decisiones sea válido y otro no. De todas formas la asamblea me parece un mal menor, necesaria si queremos que la gente se vea reflejada en la decisión, pero muchas veces mal planteada y utilizada.

En este aspecto quiero hacer notar que hay una confusión muy difundida en todos los ambientes libertarios (ateneos, sindicatos, okupaciones, colectivos, etc.), que no es otra cosa que tomar la parte por el todo: el principio «anarquista» no es el asamblearismo si no la participación general del grupo en la toma de decisiones. Es decir, la horizontalidad.

El asamblearismo como método de decisión parece ser que surgió de los cuáqueros norteamericanos, que entraron en el movimiento anti-nuclear (contra las bombas atómicas) en los años 50. Este movimiento se contagió de la forma de funcionar de esta gente y la traspasó a los movimientos contestatarios de los años 60, especialmente el que se opuso a la guerra de Vietnam. Gran parte de la New Left norteamericana la adoptó y difundió en Europa. Finalmente en los años 80 ya muy pocos grupos funcionaban de manera distinta a la asamblea.

Una asamblea no garantiza la horizontalidad

Algunas veces me he puesto a analizar las asambleas a las que asistía, quizá por aburrimiento o quizá como experimento sociológico. En ellas veía claramente los «rangos» de cada asistente o esto que otras veces llamamos «jerarquías informales». Las asambleas del mundillo activista funcionan de una forma muy parecidas unas de otras. En todos los grupos humanos existen liderazgos. Estos se dan de forma evidente en las organizaciones, y de forma más sutil en los colectivos más pequeños. En los movimientos asamblearios se dan en forma de «poder carismático», es decir, ese poder que otra gente te otorga sin tenerla coaccionada. Los privilegios.

Hay personas que hablan mejor que las demás, otras son capaces de reflejar la opinión común del colectivo, otras cuentan con un prestigio a ojos de las demás basado en la experiencia (o bien en otros factores como que haya represaliada o que se haya enfrentado al problema a tratar en otras ocasiones). Todo esto conforma un halo de «meritocracia» que hace que se le haga más caso a quien ha trabajado anteriormente por el grupo (u otros grupos anteriores) que a otra persona cualquiera. Evidentemente quien hace más méritos por el grupo tiene más poder simbólico ante él. Sus opiniones serán mucho mejor valoradas.

Entonces tenemos una serie factores que dan privilegios (que nadie se atreve a admitir por miedo a quedar mal ante el grupo) como por ejemplo el género: se le hace más caso a los hombres que a las mujeres; la edad: a las personas entre 25 y 40 años frente a las demasiado jóvenes o a las demasiado mayores; la belleza: se le hace más caso a la gente guapa que a la menos guapa, a quien no tiene defectos físicos que a quien va en silla de ruedas; la capacidad cultural: quien se expresa mejor domina las asambleas mejor que a quien tiene una cultura basada en la TV, el fútbol o las revistas del corazón; la procedencia: las personas locales sobre las inmigradas; las personas con una gran seguridad en sí mismas respecto a las tímidas; en ciertos grupos las personas que tienen más relaciones sexo-afectivas sobre las que no tienen ninguna… y podríamos añadir muchos otros factores que en un grupo humano asambleado le da rango a unas personas sobre las demás.

Quiero decir con esto que cuando se reune un grupo se ponen en marcha muchos mecanismos sutiles de dominación. No pretendo decir que las asambleas sean mecanismos de sometimiento, si no que destaco que en muchos casos no se trata de mecanismos válidos de toma de decisiones que puedan ser aceptadas por todo el grupo. Para gestionar una reunión asamblearia tenemos que poner estas posiciones de privilegio sobre la mesa. Lo más difícil de todo es ser consciente del rango que tiene uno mismo. Si se tiene en cuenta ésto, la decisión tomada probablemente sea más legítima (ya que todo el mundo conoce qué se cuece en la asamblea) que una donde la asamblea niega ciegamente que haya personas por encima de las otras.

Cuando hay estas divisiones tan claras como las que expongo es cuando llegan las exclusiones y los abandonos, es decir esta gente que abandona el colectivo sin decir nada, sin exponer una crítica dentro de la asamblea (ya que esto sería cuestionar el grupo entero y entrar abrir el conflicto). Una vez ví un grupo anarquista que al que cuando se le planteó esta situación zanjó rápidamente el tema: «en un colectivo anarquista no hay jerarquías». En cosa de 3 meses se fue medio grupo, de uno en uno. Y nadie se planteó absolutamente nada porque tras el verano siguiente llegó gente nueva (que volvió a irse poco a poco). Todo va bien.

Y es que el asamblearismo funciona cuando se tienen todas las cartas sobre la mesa. La gracia de una asamblea es que todo el mundo tenga acceso a toda la información para poder decidir en base a la misma y que se asuman los privilegios personales abiertamente. Por contra si hay una persona que controla la información ya no tenemos un proceso decisorio democrático. Información y gestión de privilegios, esa es la clave.

Ante esta situación el conflicto lo suele traer una persona que actúa de forma consciente o inconsciente en contra de la asamblea. Se posiciona como una figura de «terrorista» y se opone a los consensos vetando la opinión predominante o desviando los debates hacia temas secundarios. El grupo la ha posicionado permanentemente en la minoría y responde boicoteando el grupo buscando que se la excluya definitivamente.

El asamblearismo requiere tiempo

Otra de las cuestiones clave es que quien va a todas las asambleas… por algo será. La vida cotidiana nos lleva tiempo. Trabajo, estudios y familia son las prioridades humanas por excelencia. Y esto hay que tenerlo en cuenta para que el máximo posible de gente pueda participar en las asambleas. La economía feminista lo dice: hacer asambleas a las 8 de la tarde es negar la posibilidad de participación de la gente con hijos pequeños. También se excluye a la gente con familia con la falta de puntualidad. Cuando solo tienes una hora o dos para dedicar a un colectivo, no puedes permitirte perder media hora esperando. Y por contra tampoco se puede hacer una asamblea por la mañana, o a media tarde por que la gente estudia y trabaja. ¿Se entiende porqué el movimiento obrero de 1900 hacía las reuniones a las 11 de la noche?

Y no solo eso, hacer muchas asambleas o hacerlas en base a las necesidades del activismo provoca que vayan a ellas un grupo de personas de un perfil determinado: principalmente gente joven estudiante, o gente en el paro o con jornadas flexibles, o incluso personas jubiladas o en tiempo de excedencia. La gente trabajadora está lo bastante cansada como para no ir a las mismas. Y sinceramente no es lo mismo «estar cansada» con 26 años que «estar cansada» con 47 y dos hijos.

El gran handicap de la toma de decisiones asamblearia es éste. Que se excluye a una gran parte de la población que no puede permitirse ir. Por supuesto organizar una asamblea semanal es aumentar esta exclusión, puesto que si empiezas a no ir a alguna asamblea por falta de tiempo, cuando vas a las que puedes ir te das cuenta de que el grupo ha avanzado sin tí y ha generado una forma de pensar colectiva que no te incluye, a no ser que hagas un esfuerzo relativamente grande por integrarte… que a veces no vale la pena. Es decir, que no sólo la hora de la asamblea sino también la frecuencia son factores a tener en cuenta.

¿Cómo podemos hacer una integración más amplia de nuestros grupos? Se les puede enviar toda la información esperando que se la lean. Quizá no lo harán. De todas formas recalco que lo importante es que exista algún espacio de socialización común entre estas personas que se están quedando al marge y otras personas del colectivo que la puedan poner al día. Tiene que haber canales informales de información en las dos direcciones.

Además existe un concepto que se conoce como «metacomunicación», que se basa en no discutir el mensaje sino el cómo, el quién y la forma en que se está diciendo el mensaje. Por ello se alargan las asambleas. Por ejemplo, si alguien propone hacer un cartel de color verde, y otra lo quiere azul, en vez de decirlo se abre una discusión por el tono, las palabras utilizadas y los gestos que se han usado para expresarse. O directamente la está vetando porque en otra asamblea fue al revés. En defintiva, no se discute el contenido sino el continente. Y esa metacomunicación (que también puede llevar a nuevos conflictos) hace perder a los grupos asamblearios un montón de tiempo. A veces es una manifestación de que no se está de acuerdo con los privilegios de determinada persona o a veces es un boicot consciente hacia ciertas opiniones.

La burocracia asamblearia

Uno de los problemas de fondo es cómo se concibe el asamblearismo. En muchos sitios se hacen asambleas rutinarias semanales o quincenales aún cuando no hay nada que decidir. De hecho si lo que hubiera, muchas veces lo podrían ventilar en 15 minutos quienes se encontraran el problema sin tener que preguntarle a todo el mundo cada semana.

Es una pérdida de tiempo hablar en las asambleas de cómo se hará tal o cual actividad, de qué color poner en el cartel o de si hacemos 3 o 7 pancartas. La cosa es fácil: se hace y punto. No tienes que preguntar nada. Si no quieres hacerlo, no lo hagas. Yo valoro la iniciativa personal y entiendo que a veces habrá equivocaciones, pero ¿dónde está el problema? Si no te gusta el resultado participa en el grupo que hace las cosas. Quien hace las cosas se equivoca, quien no hace nada no se equivoca nunca.

Lo peor de las asambleas es cuando un punto queda encallado por que hay oposición, y luego alguien propone otra asamblea temática o un grupo de trabajo para tratarla durante los meses que dure. Es decir, que conseguimos aumentar exponencialmente el tiempo que dedicamos a las asambleas.

Parte de la burocracia asamblearia consiste en obligar a la gente externa a tragarse tu asamblea para decidir sobre una actividad o un tema. A veces se trata al principio o al final de la asamblea y se ventila rápido. Pero en otras ocasiones la persona externa se tiene que quedar a casi toda la asamblea siendo testigo de las interioridades del colectivo. ¿Es necesaria su presencia física?

Otro caso bastante frecuente es el «amiguismo». Nuestra asamblea permite saltarse el protocolo a nuestros amigos mientras obliga al resto de la gente a seguirlo al pie de la letra. Esto ocurre con más frecuencia de la que parece. Estas pequeñas injusticias juegan en contra del proceso asambleario y dan la razón a sus detractoras. Hay quien espera meses para conseguir un local para su concierto o para celebrar su taller y hay quien se salta la asamblea y lo hace en base a sus contactos personales dentro de la misma. Esto suele acentuarse en el entorno okupa donde quienes viven en el espacio tienen privilegios sobre las personas que gestionan las actividades del local.

Por último podríamos nombrar el caso de las asambleas controladas. Por ejemplo son aquellas donde hay un grupo de personas que controla toda la información y los tiempos de las asambleas. Son bastante frecuentes en las Asociaciones Vecinales, en la PAH o en algunos sindicatos. Así funcionaba el viejo movimiento obrero. La asamblea juega un papel de cohesión social y sirve como un espacio de empoderamiento personal y colectivo donde ver gente con tus mismos problemas. La contrapartida es que es muy difícil tener una opinión bien formada e informada sin militar a tope durante un tiempo. Aquí funciona el delegacionismo y el peso del trabajo del colectivo recae en unos pocos hombros. Y a la vez ese delegacionismo hace que esta gente que lleva el peso no tenga relevo hasta que se queman y exponen su caso ante el colectivo, que tras varias asambleas de auto-reflexión y auto-flagelación colectiva terminan cambiando su funcionamiento o las personas de referencia.

Responsabilidad vs. Asamblearismo

Alguien hizo la broma una vez de que si los Comités de Defensa de 1936 hubieran sido asamblearios, habrían tardado en responder 3 meses al golpe de estado militar (y no en un par de horas levantar cientos de barricadas y movilizar decenas de miles de personas en Barcelona y Madrid como ocurrió).

Los Comités, organismos anarquistas, funcionaban por delegación. Había una persona encargada. Y tenía la posibilidad de decidir por su cuenta y riesgo. Estas personas se reunían en comités superiores y tenían otra persona encargada por encima suyo. Era una jerarquía. Hoy en día estas cosas nos chocan y no nos parecen «anarquistas». Pero soy de la opinión de que es más libre y funcional tener una persona responsable y que todo el mundo conozca sus atribuciones que no las jerarquías informales que controlan todo en la sombra con sutileza o las burocracias asamblearias que realentizan todas las decisiones a veces durante meses. Prefiero la iniciativa personal y unilateral que lleva nuestra línea de actuación (aunque haya errores, lógicos en nuestra imperfección humana) que no tener que planificarlo todo en una asamblea y que en la siguiente asamblea se cuestione todo nuevamente por que viene dos personas nuevas.

Y aquí es donde voy. En el pasado las asambleas en el movimiento anarquista se hacían con cuentagotas. Los sindicatos una vez cada varios meses, y los grupos anarquistas también. Se reunían en pequeño comité a hacer tertulias. Estaban todo el tiempo conectados, como hoy con las redes sociales, internet y los móviles. Y decidían sobre la marcha en pequeños grupos de afinidad. Era una forma muy veloz. Las asambleas eran por lo general muy grandes y en ellas se decidía (votando) las líneas de actuación importantes para el movimiento (¿hacemos esto o hacemos esto otro?).

La cuestión es buscar una toma de decisiones capaz de que sea aceptada por el grupo para que luego éste la lleve a cabo lo más eficazmente posible.

Recomendaciones para una toma de decisiones ágil y representativa

Creo que lo básico hoy en día es separar la asamblea decisoria de las asambleas deliberativas. Hay que intentar que la información llegue a todo el mundo. Y en la medida de lo posible también deberían llegar los debates con los pros y los contras de cada opción. Una vez que todo el mundo tenga el material hay que encontrar la forma de decidir. En este caso se trata de ver la forma mejor. Y no descartar ninguna (como el voto o la delegación), en caso de tener que decidir muchas cosas.

Se pueden hacer dinámicas para hacer las asambleas largas mucho más amenas. Las dinámicas sirven para que todo el mundo tenga una mejor comprensión de lo que se está tratando. Sirven para que todas las opiniones sean escuchadas. No necesariamente todas las voces, ya que hay quien prefiere callarse y escuchar, si no todos los puntos de vista de las personas que componen la asamblea.

Y también debería haber espacios de socialización que sustituyan las asambleas más rutinarias en donde se pueda hablar de la actividad del colectivo. Esto ocurre de forma informal en la cerveza de después de las asambleas. Pero no todo el mundo se puede permitir quedarse. Se podría resolver teniendo algún día fijo a modo de tertulia, sin pretender decidir nada, sino solo hablar de los temas que respectan al colectivo. Sirven como balance, análisis, intercambio de opiniones y como espacio de socialización. Y pierden el caracter ceremonioso y ritual de la asamblea.

Cuando se iba diluyendo el 15M un grupo realizó un interesante texto sobre porqué dejaba de ir la gente a las asambleas. Los problemas son estructurales. Y se resumen en que nadie en su sano juicio puede estar de por vida en las asambleas. No tenemos que estar decidiendo cosas todo el tiempo. Tenemos que hacerlas. Muchas personas que se pasan la vida en asambleas son casi incapaces de llevar a la práctica las decisiones colectivas. No entender esto es mandar a la gente a su casa pensando que estamos locas y no tenemos vida, y nosotras pensando que «no se implican».

Queremos un pueblo empoderado. Que debata y discuta, que se informe. Que lleve a la práctica las cosas con las que sueña. Pero para ello muchas veces es mejor hacerlo en tu casa que no rodeado de gente chillando. Para tomar una decisión hay que reflexionar, luego decidir. Y más importante que decidir, cumplir. Si no, no sirve de nada el tiempo que hemos invertido en decidir. Esta sería otra de las cuestiones que hacen que la gente desaparezca de las asambleas.

Tenemos que ser conscientes que puede haber algunos contextos en los que votar sea más horizontal que una asamblea. Incluso puede ser que la relación mayorías/minorías sea más justa que el consenso (dado que no pocas veces se utiliza el veto como forma coactiva para imponer una postura minoritaria a la mayoría). Quiero decir que la asamblea no es ni buena ni mala per se. Tiene que valorarse por su utilidad, no por que sea más o menos «anarquista». Por que lo que realmente es «anarquista» es el resultado de nuestras acciones y el mundo que queremos crear.

domingo, 15 de noviembre de 2020

La Patrulla Animal de Les Valls necesita colaboración

 
Necessitem la vostra col·laboració. Com sabeu, no tenim refugi, i no volem deixar a cap animal al carrer. Necessitem gent que es puga oferir de cases d'acolliment:

Gossos grans, Gossos mitjans i petits, nodrisses de gossos, gats adults, nodrisses de gats, gent que puga fer-nos transports si és necessari (que ens diguen distàncies)
Pots entrar en algun d’aquest grup ?

Per altra part , si eres una protectora amb refugi, avisa’ns també de com podem colaborar.

Realment, a voltes ens desesperem intentant trobar una solució.

Qualsevol ajuda és mes que benvinguda i junts, podem salvar moltes vides!

Avís a través de :
Whatssapp: 633.825.550
Email: patrullaanimalvalldesego@gmail.com
Facebook, instagram, twiter


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Necesitamos tu colaboración. Como sabéis, no tenemos refugio, y no queremos dejar a ningún animal en la calle. Necesitamos gente que se pueda ofrecer de casa de acogida:

Perros grandes, perros medianos y pequeños, nodrizas de perros, gatos adultos, nodrizas de gatos, gente que pueda hacernos transportes si es necesario (que nos digan distancias)
¿Puedes entrar en alguno de estos grupos?

Por otra parte, si eres protectora con refugio, avísanos también de como podemos colaborar . 

Realmente, hay veces que nos desesperamos por encontrar una solución .

Cualquier ayuda es mas que bienvenida y juntos, podemos salvar muchas vidas!

Aviso a través de :
Whatssapp: 633.825.550 
Email: patrullaanimalvalldesego@gmail.com
Facebook, instagram, twiter




lunes, 5 de octubre de 2020

# G.A.T.A. - Trabajos forestales

La finca de G.A.T.A. en la Retoresa incluye parcelas forestales. Se trata de masas uniformes de pino carrasco acompañadas de acebuches, coscojas, lentiscos, romeros, tomillos, jaras y madreselvas. Estas masas, en estado mayoritario de latizal, se desarrollan en dos ambientes claramente diferenciados, la umbría y la solana.

Es un bosque de regeneración natural sobre bancales aterrazados de antiguos cultivos de algarrobo y olivar, surgido a partir de pies aislados de "pinos padre", hoy claramente distinguibles entre la masa por su mayor tamaño. En los bancales recuperados por el bosque vegetan todavía algunos piés de algarrobo.

En la zona de umbría, piés relictos de encina nos muestran cual era la especie arbórea predominante en un pasado ya lejano y nos indican la viabilidad de una transformación posible y gradual hacia un encinar.

Nuestra doctrina forestal reconoce el valor paisajístico y protector de este bosque. Respetamos así mismo el matorral y abogamos por una mínima/nula mecanización en los trabajos emprendidos. Nuestro objetivo es crear las condiciones necesarias para facilitar la evolución del bosque hacia su clímax, un encinar.


Trabajos en curso (fase 1):

- Poda de ramas secas y triturado in situ.
- Retirada y procesado de árboles muertos.
- Restauración de un inicio de cárcava.
- Poda de árboles protectores junto a los piés de encina.


Trabajos a medio plazo (fase 2):

- Obtención propia de encinas en vivero.
- Plantación de encinas.


Trabajos a largo plazo (fase 3):

- Aclareo de pinos.

Un bosque de estas características, con densidades que pueden llegar a los 1000 piés por hectárea requiere un aclareo gradual de pinos que disminuya la competencia entre ejemplares y facilite la entrada de luz para las encinas en crecimiento. Sin embargo la mortandad de pinos de 2014, debida a la plaga de Tomicus, fué moderada y permitió, en esta zona, un aclareo natural del pinar.




Panorámica del valle de la Retoresa desde el bosque. Se aprecia la poda de ramas secas.



Trabajos de rectificación de pendientes en la cabecera de una cárcava incipiente. Formación de muretes de contención de escorrentías en los pequeños surcos iniciales.



Triturado de restos de poda.




Pié de encina protegida por un acebuche.


Si estás interesad@ en participar con nosotras en este proyecto de regeneración forestal ponte en contacto escribiendo al correo joferdie@hotmail.com






jueves, 1 de octubre de 2020

 “Nosaltres ja ho hem repetit: sense organització, lliure o imposada, no pot haver cap societat, cap organització conscient i desitjada, no pot haver-hi ni llibertat, ni garantia que els interessos d’aquells que viuen en societat siguin respectats. I qui no està organitzat, qui no busca la cooperació d’altres i no ofereix la seva, en condicions de reciprocitat i de solidaritat, es col·loca necessàriament en un estat d’inferioritat i roman com a engranatge inconscient en el mecanisme social que altres activen a la seva manera, i en el seu benefici”Errico Malatesta

 

 

viernes, 17 de julio de 2020

El legado de la Cooperativa Integral Catalana (2010-2017) - Ponencia para el IV ENCUENTRO REVOLUCIÓN INTEGRAL - 27-30 de Agosto 2020 - Ziordia (Navarra)


Este texto recoge de manera breve y parcial un acercamiento a lo que fue el recorrido de la CIC en el periodo 2010-2017, hasta que se esta se disolvió de manera efectiva, aunque no de manera oficial, ya que esta aún hoy sigue operando de manera disgregada y puntual.
La CIC se forma en Barcelona en el periodo inmediatamente posterior al estallido de la crisis de 2008, sobre postulados de alter-economía, autogestión y decrecimiento (surgió en 2010 a raíz de la marcha por el decrecimiento) y fue recogiendo una línea discursiva en favor de la ecología, la desobediencia y en contra del poder estatal y el cartel de la banca, haciendo suyo posteriormente el llamamiento a la revolución integral (2014).
En su recorrido, produjo una gran confluencia de personas dispares en lo ideológico; libertarios, anarquistas, comunistas, sindicalistas, newage y terapéuticos, neorurales, independentistas, etc. aunque la etiqueta ideológica se mantuvo siempre en segundo plano, tomando protagonismo los principios que para tal fin fueron discutidos y establecidos. Las ideologías postmodernas y los tradicionales “ismos” del ámbito militante no tuvieron presencia significativa en el ámbito público y operativo, salvo algunos debates específicos que se organizaron por ejemplo en relación a la independencia de Catalunya, bajo la perspectiva de independencia sin Estado. Sin embargo, la incompatibilidad de algunas visiones y estilos de vida, no afrontada explícitamente desde los inicios mediante algún tipo de filtro de admisión, supuso uno de los detonantes de las posteriores tensiones y ulterior disgregación.
En el momento álgido post 15-M (años 2012-2013, cuando se presenta la publicación ¡Rebelaos!), se produce el momento de mayor impacto y repercusión, con una cantidad importante de intervenciones, recepción de personas e iniciativas, formaciones, apoyo a la creación de cooperativas integrales hermanas e impulso de la red de cooperativas integrales. Se genera un clima de ilusión que se contagia rápidamente entre sectores de activistas que vienen del 15M. Al mismo tiempo y ya desde el inicio, se generan desconfianzas en sectores activistas clásicos, por el hecho de intervenir al margen del tejido organizativo existente y fuera del esquema militante de los círculos libertarios, independentistas y vecinales postmodernos que operaban principalmente en la ciudad de Barcelona. La CIC fue una experiencia activista fuera de los clásicos círculos activistas.
La operativa era asamblearia, basada en comisiones de trabajo y asambleas generales, además de las jornadas asamblearias que rotaban mensualmente por todo el territorio catalán. Sin embargo pronto los conflictos interpersonales y la distribución de los excedentes dinerarios (a modo de sueldos-asignaciones) coparon la temática de las asambleas. Hay que decir que mediante la práctica de la desobediencia económica y el apoyo a la pequeña actividad comercial y productiva, se desarrolla una importante capacidad de generación de excedentes monetarios, llegando a fijar un presupuesto de 500mil euros anuales. Sin embargo, de manera progresiva, se vuelca una excesiva energía en obtener recursos de la economía en euros y van perdiendo peso relativo los proyectos que permiten construir un sistema alternativo al imperante (salvo algunas excepciones).
La calidad del sujeto resultó clave, en cuanto a su disposición ética-relacional y a su aptitud para las labores de gestión de la cosa común, ya que supuso la mayor debilidad del proyecto. De manera reiterada se replican actitudes competitivas y egoístas propias del sistema, entre personas que buscan más recibir refugio que aportar para construir, mientras falta empoderamiento en las asambleas para hacer cumplir los acuerdos colectivos. Todo esto, aunque sin éxito significativo, se trató de abordar mediante jornadas convivenciales, formaciones y discusiones específicas; así como con herramientas para aportar transparencia, claridad y eficiencia organizativa, basadas en la planificación, mediante procedimientos consensuados y la asignación de responsabilidades.
Con el tiempo, las desavenencias y el desencanto, la CIC se convirtió en una vanguardia empequeñecida rodeada de activistas a sueldo, donde una minoría se hace cargo de sostener una estructura que ofrece un servicio a una mayoría (que además, no es recíproca con lo que recibe). Un pseudo-sistema funcionarial que no opera como resultado de aglutinar y escalar voluntades a escala local sino como estructura ensimisma, por sí y para sí. Se disocia así la cadena persona>producción>colectividad>estructura de coordinación.
Toda iniciativa revolucionaria a escala debe desarrollarse desde de lo individual y local a lo global y colectivo (como tradicionalmente se dice “de abajo a arriba”), partiendo de proyectos, vecindades o fraternidades claramente autosuficientes (en lo ético, lo discursivo, lo organizativo y en lo económico) para que dichas virtudes puedan ser escaladas con posibilidades de éxito y abarcar así un rango de acción y coordinación a mayor escala. En la CIC se inició un proceso para profundizar en este tipo de modelo, partiendo de la premisa del trabajo colaborativo descentralizado, que desembocó en una recentralización primero y finalmente, como medida correctiva, se tradujo en un proceso de descentralización acelerada sin unas bases organizativas consolidadas, lo que fue el detonante final para la desintegración de la organización.
En cualquier caso, la CIC por su duración en el tiempo, por su impacto en el territorio, por la gente que congregó y por sus postulados claramente en favor de una transformación integral, representa una de las experiencias colectivas peninsulares más importantes de este inicio de siglo XXI.
Ahí quedan como legado, las prácticas de desobediencia económica, la experiencia en economía alternativa y monedas sociales, de abastecimiento colectivizado, vivienda y espacios compartidos, educación libre, salud holística, tecnologías autogestionadas, jornadas asamblearias itinerantes, etc. Hay que decir que numerosos doctorandos, iniciativas sociales y privadas han tomado como referencia las prácticas y los discursos que generó en su periodo de mayor actividad la CIC.
La CIC ha supuesto un experimento tangible, evidenciando que es posible construir una realidad alternativa al sistema imperante en todos los ámbitos de la sociedad; esto supone un gran legado para el imaginario colectivo y de cara a proyectos de mayor alcance que están por venir.
Un saludo a todas las personas que de una u otra manera participaron o se nutrieron del discurso y de las experiencias de las cooperativas integrales.
Referencias
  • Cooperativas integrales. Hacia una sociedad autogestionada (Revista Ekintza Zuzena, 2014)
  • La moneda social, ¿una herramienta transformadora? (Grupo por la defensa del territorio del Alto Palancia, Revista Argelaga, 2014)
  • Autogestión de la miseria, miserias de la autogestión (Terra cremada, 2012)


sábado, 27 de junio de 2020

¿Es la democracia una distopía? ( Blog quebrantandoelsilencio )


De forma recurrente hablo y, de vez en cuando, escribo sobre la necesidad de recuperar la utopía como elemento central en el pensamiento crítico. No sólo por la necesidad personal de cada cual de ir atisbando un horizonte hacia el que caminar, sino como contraposición a una realidad cuyos elementos se vuelven cada vez más distópicos, más inhabitables. Existen infinidad de esos elementos que nos afectan, que condicionan nuestra vida durante cada segundo de nuestra existencia. Y ante los cuales hay que empezar por resistir para poder existir. Sin embargo, hay un elemento que probablemente engloba a todos, o prácticamente a todos los otros, y que rara vez es situado en la lista de elementos distópicos, de aspectos sobre los que al menos es necesario reflexionar y poner en tela de juicio.

Este elemento es la democracia, sí la sacrosanta democracia.

La democracia es el marco en el que los miembros de las sociedades que se consideran a sí mismas como ideales, tenemos para desenvolvernos. Lo domina todo, incluido el lenguaje con el que formamos los conceptos, las ideas con las que performamos nuestras vidas. Utilizamos ese lenguaje para describir aquello que nos incomoda, que nos crea malestar, que nos oprime. También para delimitar aquello que anhelamos, a lo que aspiramos. De esta forma, sin darnos cuenta, se impone un modelo de vida que es incapaz de transgredir los márgenes que nos ofrecen. Se coloniza nuestro interior al mismo tiempo que esa colonización tiene su reflejo en el mundo exterior, donde la fuerza es utilizada de forma más o menos explícita, para imponer ese modelo basado en la libertad. Una libertad que como mucho es un mal sucedáneo del ejercicio de la misma. Una libertad que como todo en esta vida es definida dentro de los límites de lo democrático, es decir, de lo asumible.

A partir de ese momento, no es posible imaginar nada mejor que la democracia. Tal vez podamos imaginar cómo mejorar algunos aspectos concretos (eso que unos llaman regeneración democrática, otros tal vez lo llamen democracia digital, tal vez si siguiéramos buscando podríamos hallar docenas de denominaciones para otros tanto modelos de mejora democrática). Pero, desde luego, lo que no somos capaces de vislumbrar es un sistema superador de la democracia. Es posible que esto se deba a que tenemos la creencia, transmitida de generación en generación de que la única alternativa a la democracia es la dictadura y ésta es, sin duda, el peor de los males. No lo pongo en duda. No deseo una dictadura de ningún tipo a nadie. Ahora bien, eso no implica que le desee un sistema democrático. Porque como decía, no quiero dictaduras y las democracias no dejan de ser dictaduras sociales en las que se imponen, como siempre, los intereses de una minoría. Así ha sido desde su origen.

Siempre se habla de la democracia ateniense como el principio del sistema hace ya unos cuantos siglos. Pero ya en ese momento, el gobierno del pueblo no era más que el gobierno de los poseedores, de los propietarios, hombres. Ni mujeres ni esclavos.

Hasta llegar a nuestros días, la democracia ha ido variando, construyéndose siempre respondiendo a una correlación de fuerzas muy desiguales entre aquellos que poseían la riqueza y los que no. Siendo así, no es de extrañar que en cualquiera de las diferentes manifestaciones que la democracia ha ido mostrando siempre hayan respondido a los intereses de unos pocos.

Pero si algo confiere de forma definitiva esa pátina distópica a la democracia es su carácter omnipresente. Jamás ha habido un modelo de gobierno tan intrusivo como la democracia que pretende abarcar todos los aspectos de la vida. Pretende legislarlo todo hasta lo más íntimo. Y lo que es peor, siempre con criterios económicos. Siempre con el beneficio en mente. Esto la ha convertido en el sistema ideal para el desarrollo del capitalismo ya que ha conseguido que un modelo económico nacido para el beneficio de los Estados se haya convertido en un elemento autónomo situado por encima de los Estados mismos. Esto explica en gran medida el porqué de la supremacía del modelo democrático y de su incuestionabilidad.

Además, la democracia es considerada como un sistema moralmente insuperable ya que es ni más ni menos que la representación del interés popular. Aunque es evidente que la única representación existente es la de los intereses de aquellos que poseen la riqueza sigue siendo, aparentemente, irrefutable esta afirmación. Al fin y al cabo, el pueblo elige libremente a sus representantes así que no hay nada que objetar. Es tal su grado de perfección moral que continuamente se inician guerras alrededor del mundo en su nombre. Se trata de imponer la perfección del sistema allá donde todavía se muestren indecisos ante él. Por supuesto, es todo por el bien del pueblo aunque para ello haya que asesinar al propio pueblo. La democracia pretende ser el único modelo posible. Su democracia debe ser para todos, sin excepción.

Democracia o barbarie. Podría ser el eslogan de los tiempos y, no obstante, no parece que la barbarie haya desaparecido ni mucho menos en los países democráticos. Basta ver cualquier informe (o abrir los ojos a tu alrededor si no es que tú mismo la sufres en primera persona) escogido al azar del organismo oficial que se quiera sobre condiciones de vida para ver la lamentable situación en que se encuentran las sociedades democráticas. Sirvan como ejemplos los de EEUU, donde las desigualdades sociales y todo lo que conllevan son abismales o la propia España, donde la pobreza alcanza a un tercio del total de la población. Podríamos fijarnos en el acceso a la vivienda, o a la educación, o a la sanidad o cualquier otro parámetro que se nos ocurra para ver qué intereses defiende la democracia.

Tal vez no presente los niveles brutales de represión pura y dura de las dictaduras (cuyo recuerdo facilita mucho más la imposición democrática) pero de ahí a la perfección como sistema de organización social hay un abismo. Hay margen para poder, al menos, confrontarla, para incluir, al menos, esta oposición en el marco de nuestra conciencia. Es posible que estos sean buenos tiempos para ello. Tal vez esta nueva normalidad de la que tanto hablamos incluya la posibilidad de responder a la pregunta que encabeza este escrito. En caso de una respuesta afirmativa, estaremos más cerca de nuestro sentir. Y eso sí que es moralmente positivo.



viernes, 29 de mayo de 2020

# G.A.T.A. Utopía

 Cestas ecológicas de final de primavera: puerros, ajetes, cardos, kale, espinacas, cebollas, lechuga, nísperos y naranjas




martes, 26 de mayo de 2020

martes, 28 de abril de 2020

# G.A.T.A. Frutopía

Mejoras en el sistema de riego:





Pastilla de aguacateros lote 2017:




Pastilla segada para la plantación de calabazas:




"Borodin", el tractor de Frutopía:





miércoles, 15 de abril de 2020

# G.A.T.A. pren l´horta


    Las cestas de verdura ecológica de G.A.T.A. : Autosuficiencia, Autogestión y Soberanía.

lunes, 13 de abril de 2020

Nace en nuestra comarca SAPIENS, una cooperativa sin ánimo de lucro de comercialización eléctrica

SAPIENS es una Cooperativa de consumidors i treballadors sense ànim de lucre. La nostra missió es empoderar al membres de la comunitat en ser usuaris actius del model energètic, utilitzant, produint i desplaçant-se amb fonts d´energia neta.





martes, 7 de abril de 2020

L´agricultura d'autoconsum està permesa durant la situació d'alarma del CO-VID19.


Es trenca amb la incertesa: l'agricultura d'autoconsum està permesa durant la situació d'alarma del CO-VID19.
Els llauradors podran anar a l'hort a collir i treballar la terra, fins i tot si no és com una activitat professional. La regla general marca respectar el confinament, però es permet l'agricultura d'autoconsum, sempre que no s'use com una excusa per a eixir de casa.


Nos quedamos todas en casa, por RESPONSABILIDAD, nunca por coacción.



martes, 31 de marzo de 2020

Los sindicatos de inquilinos convocan una huelga de alquileres a partir del 1 de abril por la crisis del coronavirus

Fuentes:   https://kaosenlared.net   y   https://suspensionalquileres.org/
La convocatoria, que se mantendrá hasta que el Gobierno suspenda el pago para las personas afectadas, muestra el rechazo a la idea del Ejecutivo aprobar una línea de crédito, y el aplazamiento en los pagos.
Los sindicatos de inquilinos llaman a la huelga de alquileres a partir del 1 de abril en toda España. La convocatoria para cesar en el pago de sus rentas a las personas afectadas económicamente por la crisis del coronavirus, a pequeños comerciantes y a autónomos se mantendrá hasta que sea el Gobierno el que suspenda estos pagos, aseguran las organizaciones en un comunicado difundido este lunes. Aseguran que es «la única respuesta posible», toda vez que «las rentas inmobiliarias se siguen cobrando a precio de oro, como si la economía no se hubiera paralizado, y aboca a miles de personas a endeudarse para poder pagarlas».
De este modo, rechazan las medidas para inquilinos que sopesa el Gobierno aprobar en próximos consejos de ministros (mañana martes se celebra el último del mes de marzo, recuerdan), y que incluyen el aplazamiento de la renta a las personas en situación de vulnerabilidad mensualmente, y mientras se puedan considerar en esa situación, hasta un máximo de cuatro meses. Luego, se prorratearía el pago de las cantidades dejadas de pagar en el plazo que se acuerde entre las partes, que deberá tener una duración mínima de doce meses.
La exigencia de los sindicatos es que se suspenda el pago de los alquileres para las personas que han visto sus ingresos reducidos o los han perdido a causa de la crisis del coronavirus como «única manera de evitar otra crisis brutal». «Nos encontramos a tan solo 48 horas del día en el que miles de familias, pequeños comerciantes y autónomos afectados por la crisis del coronavirus se verán obligados a pagar alquileres inasumibles», advierten. «Si no cobramos, no pagamos. Si la economía productiva se para, la economía rentista también», subrayan.
Los impagos son inevitables desde el 1 de abril
En muchos casos, según su información por «miles de mensajes» recibidos los impagos son inevitables y se van a dar el 1 de abril independientemente de esta huelga. Por eso se han decidido a hacer esta convocatoria, como «respuesta colectiva» para que los afectados no actúen en solitario frente a deudas y desahucios.
«Si miles de personas nos negamos a pagar y lo hacemos bajo la cobertura de la huelga y de un mismo movimiento, nadie podrá hacer nada contra nosotras. En cambio, si afrontamos la situación de forma individual, terminaremos más pobres, con más deudas, y más vulnerables», aseguran.
Renta básica del Estado para pequeños arrendadores
En el caso de los pequeños propietarios que necesiten el ingreso del alquiler «para cubrir sus necesidades básicas», los sindicatos exigen que se establezca una renta básica del Estado. «Consideramos que las entidades financieras y los grandes arrendadores también tienen que colaborar ante esta situación, y que los costes de la crisis no pueden recaer en exclusiva sobre las familias y sobre el Estado», añaden.
Los sindicatos han abierto además una caja de resistencia «para dotar a las personas que se sumen a la huelga de una mayor cobertura colectiva».


domingo, 8 de marzo de 2020

IV ENCUENTRO REVOLUCIÓN INTEGRAL - 27-30 de Agosto 2020 - Ziordia (Navarra)

Estimados/as
Os hacemos llegar la convocatoria del IV encuentro revolución integral que, bajo el título del encabezamiento, tendrá lugar en el espacio autogestionado Amarauna (https://amaraunaziordia.wordpress.com/), (Ziordia, Navarra) entre los días 27 y 30 de agosto de 2020. Creemos necesario impulsar este nuevo espacio de encuentro, desde la ilusión por encontrarnos, compartir unos días juntos, debatir, aprender y apoyarnos para seguir avanzando en el camino de la vida y la libertad.
Os queremos de nuevo a nuestro lado para compartir, vuestras inquietudes, preocupaciones, proyectos, iniciativas, publicaciones, propuestas etc. Contaremos con un espacio propicio para este nuevo encuentro, para cuidar de los peques, para acampar, dormir cómodamente en colchón o furgoneta, con cocina vegetariana de huerta local y ecológica.
Desde la convicción de que el pensamiento y la palabra no delinquen, que la libertad es indivisible, y la libertad de expresión y conciencia en particular son sagradas, os queremos animar a encontrarnos para compartir, debatir y seguir creciendo. Vivimos un momento que, aunque es desconcertante y adverso debido sobre todo a la instauración de las religiones políticas, es a la vez ilusionante, en el que la acción y la responsabilidad individual, la vida en común, tienen hoy una gran importancia.
Creemos que la RI, puede actuar como referente para agrupar a su alrededor el mayor número de personas cercanas a nuestra visión. Sin que esto suponga una organización estructurada, sino cercanía, afinidad desde la diversidad, relación, convivencialidad… Tenemos claro a donde no queremos ir, en sus líneas principales. Acercarnos a ese objetivo, es algo que debe hacerse entre todos, desde la diversidad personal y de visiones, no de forma dirigida, como suelen hacerlo organizaciones de tipo directivo y autoritario.
Por todo esto creemos que es muy importante tu participación.
También creemos que es importante clarificar a donde vamos, quienes son nuestros compañeros de viaje, cual nuestra disposición a la acción, los enemigos que nos acechan, los medios con los que contamos, aquellas ideas o herramientas con las que nos podríamos dotar en el futuro, y poner en valor todo el fruto que hemos recogido en el quehacer de estos últimos años.
Han pasado 5 años desde el primer encuentro en 2015, luego vinieron los de 2016 y 2018. Queremos agradeceros de corazón a todos los que hicisteis posibles aquellos encuentros, a todos los que participasteis en ellos y especialmente a los que tuvisteis la valentía de organizarlos, dándonos así la oportunidad de conocernos. Gracias.
Os dejamos el correo de contacto por si queréis realizar cualquier comentario, así como el formulario de pre-inscripción al encuentro. 

Un saludo con afecto